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ciclo de vida del producto

margie parra

Desde su extracción hasta su venta, uso y disposición, todas las cosas que hay en nuestras vidas afectan a las comunidades,sociedades la vida diaria y el entorno y sin embargo la mayoría de todo esto se oculta mostrándonos el lado desconocido de nuestros patrones  desmedidos de producción y consumo acelerado  .En la Historia de las Cosas expone las conexiones entre una gran cantidad de problemas ambientales y sociales, y hace un llamado a que nos unamos para crear un mundo más sustentable y justo.

 

Este tema es de mucha importancia en el medio ambiente, economía, y bienestar propio está también indica  la percepción que tiene el cliente sobre la calidad de un producto o servicio el término “ciclo de vida de producto” se está empezando a emplear cada vez más, y por lo tanto es un término que debemos conocer a la hora de hablar de calidad del servicio o producto. un producto o servicio más duradero será percibido como de mayor calidad por el cliente

 

El concepto de ciclo de vida del producto (CVP) puede servir para analizar una categoría de productos  una forma de producto o una marca o un bien y servicio  desde sus orígenes hasta su desaparición, las siguientes etapas en su ciclo de vida: etapa previa; introducción, crecimiento, madurez, declinación, desaparición y retiro y con esto desde el diseño y todo el equipo que se lleva acabo tener listo el nuevo  producto 

 

Desde diseño industrial podemos ser partícipes a grandes cambios a contribuir con el medio ambiente y generar conciencia en primera instancia desde nuestra carrera y personas en formación hacer un producto más durable con materiales más ecoamigables y desde la posición como individuos dar nuestro aporte bajando al consumo de productos y de esta misma manera consumiendo productos con menos empaque quimicos y demas.

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tyfann diaz

Inicialmente es pertinente entender el modo actual en el que operan los ciclos de vida del producto, ya que de estos dependerá una cadena de contraindicaciones para el mundo. 

La modalidad en la que opera el cvp es lineal, lo anterior indica que el producto es  sometido a un proceso de estandarización donde todos los pasos de producción van  conectados como un sistema, esto sugiere una cantidad innumerable de problemas, ya que la  suma de todos estos procesos permite generar una identificación de impactos que dicho  sistema puede causar en; sociedades, culturas, economías y en el medio ambiente. 

Teniendo en cuenta lo anterior es necesario comenzar a generar una conciencia de  consumo inicialmente como individuos, es importante comprender el origen de lo que  consumimos y su disposición final, generalmente cuando realizamos las compras las hacemos  de manera inconsciente y al final de todo terminamos comprando objetos sin un valor  trascendental, compramos objetos que contribuyen a la contaminación y a la explotación  humana, ya que su ciclo de vida es tan efímero que simplemente se espera que este se “dañe” para así ser desechado y obtener uno nuevo, es de esa forma tan simple en que los objetos de  consumo son reemplazados. 

Por otro lado también es necesario educar a las empresas, esto se puede lograr  generando nuevas propuestas de consumo para revertir un poco el daño ambiental y humano que se ha generado, es indispensable implementar modelos económicos alternativos ya que pueden generar múltiples y diversa perspectivas que contribuyan a la responsabilidad del 

desarrollo sostenible en la sociedad e innumerables propuesta de innovación en el ámbito comercial. 

¿Cómo podemos lograrlo? Como diseñadores ser más conscientes de los objetos que  producimos, entender cuál es el propósito de la existencia del producto que se fabricará desde  el inicio de su vida útil hasta que este deja de ser funcional, tener en cuenta todos los factores que se relacionan con el objeto a producir. Como individuos participar de manera activa en los  modelos económicos alternativos que se proponen a nivel local, por ejemplo las tiendas de  segunda mano o en la compra de objetos realizados con materiales bio, así como estas  podemos encontrar un sinfín de posibilidades para comenzar a generar un consumo más  consciente.

SERGIO GANTIVAR

Las épocas avanzan sin premura y con ellas el cambio, este se percata de igual forma en el diseño industrial donde pareciera que cada tiempo conlleva a su propio estilo, herramientas y procesos. Pero no todo es idóneo en aquellos desarrollos, las consecuencias que azotan consecuentemente al avance resultan proporcionalmente perjudiciales, ya que aunque se avance en la ciencia, se deja la consciencia atrás, sostenida sólo como un lastre atado al egoísmo. Los diseñadores en formación deben comenzar a construir una ética consciente y responsable por el mundo al que dirigimos nuestros diseños, y aquellos que ya ejercen la profesión, deben regresar en el camino y apropiar un sendero correcto y sensato. Algunos ya priman dicha responsabilidad y generan métodos y estrategias sostenibles, dentro de ellas innovando en soluciones y conceptualizaciones referentes. Este es el caso del CVP o (ciclo de vida del producto) que pretende proporcionar un entendimiento adecuado y enfocar la atención en como lo que creamos, tiene muchos más momentos que solo el de su creación o su uso, es en realidad toda una cadena de acontecimientos que dependiendo el diseño y sus materiales, podría llegar a favorecer una reiniciación de dicha cadena. Un diseño que en su planeación no haya incluido el “¿que pasara?” cuando ya no esté en manos del usuario, resulta únicamente como un diseño irresponsable. La actualidad en la que vivimos exige ser responsables en cada paso con lo que se desarrolla. Por ello, el CVP resulta fundamental, con el nos planteamos el origen de los insumos que emplearemos, los medios para conseguirlo, energías empleadas, fabricación, exportación, uso, desuso, desecho adecuado y (si es el caso) reciclaje para un nuevo ciclo, incluyendo otros momentos más detallados, pero manteniendo la esencia de entender y actuar responsablemente en todo el proceso de diseño. Existen personas (incluidos algunos diseñadores) que en su formación no fueron instruidos o no dieron valor a lo que es el desarrollar una ética de diseñador y una moral como persona con la cual actuar acorde a lo que es correcto frente al mundo por medio de la disciplina. Por ello existen creaciones nefastas que lo único que hacen es daño al planeta, en ocasiones incluso un daño irreparable. Se debe detener aquella cadena de producción indiscriminada donde el sector beneficiado no es ni el 10% de la población y el resto se ve afectado ya sea por explotación o destruyendo las posibilidades de una vida digna por culpa del consumismo. Las integridad de muchas poblaciones y personas llegan a estar incluso en riesgo por una industrialización sin consciencia que arrasa todo a su paso y no parará hasta estar saciada, pero eso no pasará ya que su hambre voraz alimenta un pozo sin fondo al que arrastra al planeta mismo y a todas las personas con el. Evitar un desastre resulta sumamente complejo, pero no es imposible. Las posibilidades de remediar todo están presentes y al alcance de cualquiera que entienda el valor del mundo que nos rodea y que es posible coexistir sin el más mínimo vestigio de explotación. Los diseñadores tienen ese poder, el poner la primera piedra y construir un mejor actuar que pueda extenderse a todas las otras disciplinas aportando colectivamente a una nueva industrialización sensata, que resguarda el medio ambiente y promueve una vida digna.

MATEO ARANGUREN

El diseño industrial tiene gran responsabilidad frente al medio ambiente, la capacidad de abordar las 5 fases en el ciclo de vida del producto hace que se generen diversas actividades que contribuyan a la agilización en la extracción de materiales naturales, producción, distribución, consumo y desecho, siendo esta ultima etapa vital, ya que se emplean conceptos como la obsolescencia programada y percibida, el cual es un sistema donde las grandes empresas planifican el daño de ciertos componentes en los objetos, de tal manera que acabe su funcionalidad y obligue a los usuarios a realizar la compra del repuesto o muchas veces a consumir  productos con una versión más actual, pero ¿en qué lugar del mundo se sitúan los desechos de nosotros los consumidores?

 

Es inalcanzable recuperar, aunque sea el 50% de la “basura” generada por las empresas, y por si fuera poco se incrementa el índice de contaminación, se destruye la corteza ambiental, proporcionando desequilibrio natural que afecta de gran manera la vida de todos los seres vivos, ya que no se establecen sistemas y mecanismos en las 3 fases de CVP del medio, evitando la extracción de tantos materiales y de igual manera eliminando la etapa del desecho.

 

Sin embargo, el consumo es un pilar en el desarrollo de la economía y la innovación, es muy importante, puesto que promueve la competencia tanto en microentornos como en macroentornos que le dan al ser humano la oportunidad mejorar constantemente y satisfacer sus metas personales. Por tal motivo se debe contemplar un sistema no lineal, que permita la circulación muy extendida y responsable de los materiales que en algún momento fueron extraídos.

 

No estoy en total desacuerdo con las practicas que se manejan en este sistema, considero que deben hacerse bastantes cambios, que fomenten en los diseñadores y empresarios el pensamiento verde y coherente. Uno de los conceptos que no esta del todo bien implementado es la obsolescencia programada, hay gran potencial en este punto, debido a que es la columna vertebral en la economía y circulación de los productos, aun así, debe replantearse esta idea conforme al desarrollo circular, contribuyendo a la responsabilidad ambiental, sin darle cabida al pensamiento lineal.

Huella Ecológica y competitividad

margie parra

Huella Ecológica y competitividad

La importancia que tiene la implementación de procesos y políticas eco amigables y eco sostenibles dentro del proceso de creación y diseño son muy variadas y amplias ; caracterizándose por brindar una percepción mejorada y favorable por parte del consumidor ya que teniendo en cuenta las tendencias que se han venido manejando en euromonitor los últimos 5 años  todas las propuestas de negocio e ideas de innovación con una naturaleza o estructuración eco amigables o eco sostenibles  han venido ocupando un lugar año a año en este ranking de tendencia globales.

 

 Por otra parte, la implementación de dichos procesos trae consigo un aporte al ecosistemas y al medio ambiente  dejando detrás de nosotros una huella digna de recordar y no si no dejas desastres derivados del consumo. podemos tomar como ejemplo la competitividad productiva y en diseño en el caso de la empresa ADIDAS en su línea de productos PARLEY donde para desarrollar sus productos y diseño toman como materia prima el plástico oceanico  dando como resultado fabulosas prendas y calzado deportivo. 

 

Al fin y acabo la huella que dejamos como diseñador en el medio ambiente será que a futuro nos identifique como aportadores o gestores de cambio ; o por el contrario com contaminadores o asesinos del medio ambiente , el hecho  que debido a los criterios de opselecia programada y obsolescencia percibida que las dinámicas que el mercado nos dicta debamos seguir no implican que nuestro productos y creaciones deba ser desechables y de mala calidad podemos diseñar objetos que después de su vida útil acabe se les pueda asignar un uso alternativo para de esta manera optimizar recursos y cuidar del medio ambiente.

TYFANNY DIAZ

Es importante evidenciar que vivimos en un mundo desproporcionado en todos los aspectos visibles, en el consumo, la forma de vivir, el diseño etc. A lo largo del tiempo como humanos  hemos normalizado diversas conductas de consumo pero a su vez ha existido una inconsciencia respecto al origen de estas, si se desea generar un cambio realmente significativo debemos comenzar por tener conciencia entorno a las dinámicas y sectores de consumo. 

Como diseñadores podemos sacar provecho de este indicador que es la huella ecológica ya  que nos permite visualizar el impacto que tiene una actividad productiva específica sobre  nuestro medio ambiente comparado con la capacidad que posee el medio. Esto nos permite tener una noción mucho más cercana de como se ve el panorama actual frente a los lugares  donde sacamos los recursos naturales y como es el manejo de dichos recursos, de esta forma  podemos generar una distribución mucho más proporcionada sin explotar de más dichos  sectores o sobrecargarlos. 

Sobre esa lógica podemos iniciar por generar nuevas propuestas de diseño que ayuden a  optimizar, reducir, sintetizar o implementar nuevos procesos productivos para que estos a su  vez no generen un problema para el medio ambiente, es necesario innovar en los procesos de  producción pero esta idea va ligada a comenzar a generar un diseño mucho más consiente y  reflexivo, entender el diseño no simplemente como una actividad mercantilizada sino  comprender todos los factores que se desprenden de dicha actividad, en este caso haciendo  hincapié en el factor ecológico. 

Podemos iniciar pensando en que para generar un cambio de consumo es importante cambiar o  migrar a modelos de consumo mucho más sostenibles, de esta manera tendremos las pautas  para comenzar a desarrollar objetos que están pensados para mantener una ruta cíclica frente  

a sus procesos de producción y su disposición final, otra alternativa es involucrarnos en el  desarrollo de nuevos materiales (biodegradables) ya que contamos con tantos recursos que se  pueden ver desperdiciados no desde un modo productivo sino natural, ya que la naturaleza 

tiene esa bella facultad de dejarnos rastros de su existencia que posteriormente podemos vincular y transformar en productos. 

Para finalizar la huella ecológica nos permite reflexionar como diseñadores pues está relacionada directamente con el consumo e independientemente que seamos creadores de  objetos también somos creadores de experiencias así que debemos velar por el bienestar de  nuestros usuarios y nuestro planeta, asumir la responsabilidad de cuales son los objetos que traemos a la vida y cuáles no, no enfocarnos simplemente en objetos que estéticamente lucen  bien pero que señalan una existencia inútil en el mundo sino pensar en objetos que estén encaminados a generar beneficios para los usuarios y el ambiente.

SERGIO GANTIVAR

El diseño representa una disciplina con gran cantidad de valores que actúa principalmente sobre el factor humano y el entorno correspondiente, convirtiendo al diseñador en un catalizador de conocimientos y facultades específicas, unidas a un fuerte sentido ético el cual se ha de procurar que se vea reflejado en cada parte de su trabajo. Ya sea mediante un desarrollo que contemple el CVP, el marketing, la publicidad o algún otro, hay que priorizar un elemento que actualmente ha adquirido una relevancia considerablemente mayor acorde al contexto y se centra en cómo lo que se diseña tiene sus repercusiones ambientales. La comúnmente conocida “huella ecológica” corresponde al análisis de datos frente al consumo de recursos y producción de desechos, estos pudiendo abarcar desde la energía, hasta la cantidad de agua consumida por residencias. Estos datos representan conductas y tendencias de consumo sociales con las cuales posteriormente de ser recolectadas, se puede actuar sobre ellas con la finalidad de optimizar procesos y reducir consumos innecesarios, esto lograble desde gran diversidad de ciencias o disciplinas, entre las cuales el diseño tendría gran potencial. principalmente un diseñador actualmente ha de considerar la huella ecológica como factor primordial y lograr aplicar ese concepto óptimamente si quiere que su proyecto tenga un diferenciador y que mediante este él mismo sea competitivo. Este es un objetivo complejo de alcanzar y en el cual se debe trabajar cada día, el lograr ser un diseñador altamente competitivo ya sea individual o colectivamente, resulta laborioso en la cotidianidad, pero un buen paso para alcanzar dicha meta, es apropiar y aplicar correctamente y con conciencia este concepto verde. La huella ecológica se puede ubicar en dos partes; la conceptual y la aplicativa, la primera correspondiendo a la recolección de datos, la teorización del diseño, conceptualización, planificación, etc… donde se comprenda completamente en que se basará el proyecto y a que contexto se va a aplicar, es entender la huella actual; y la segunda parte recopilaría la “nueva huella”, donde por medio de un diseño que entiende todo lo previo, ahora actúa en función de actuar en pro del medio ambiente por un factor específico destinado a ello. Ya sea conformándose con controlar su propia huella como producto/servicio, o evolucionando a una solución para controlar otras huellas más fuertes. De tal forma, el diseñador actúa frente a diseños previos de otros que no contemplaron el concepto inicialmente y que desarrollaron sus proyectos sin responsabilidad social y ambiental, remarcando así a los que sí lo hacen, destacándose como competitivos y diferentes.

MATEO ARANGUREN

El diseño en la industria es percibido de manera muy superficial desde la óptica del consumidor, debido a que tiene mayor relevancia la “estética” entendida como la belleza formal de los productos, en segundo grado se encuentra la funcionalidad y en uno de los últimos puestos el impacto ambiental que genera durante la producción y disposición. El papel que cumple el diseñador industrial va más allá de producir en serie un simple objeto, se deben contemplar factores que impliquen el estudio en niveles empresariales, culturales, normativos y ambientales con análisis prospectivos en cada uno de los escenarios.

 

Es primordial interpretar la ideación como un sistema, en el cual se realiza un proceso cíclico, donde el inicio conlleva al final y el final es tomado como punto de partida para un nuevo periodo. Se desarrolla un proceso con un nivel de complejidad bastante alto que recoja los aspectos mas importantes, ampliando el espectro conceptual para después sintetizar toda la información en un pequeño producto. De igual manera deben ser analizados los antecedentes que dan cuenta y muestran el desarrollo de un objeto similar en la sociedad, los comportamientos de los consumidores y sus hábitos de desecho, es allí donde se evalúan los impactos a nivel ambiental por medio de la huella ecológica. Con la evolución del pensamiento humano se extraen recursos con mas frecuencia, es por esto que el diseñador debe planificar una fabricación con la menor cantidad de energía posible y en simultaneo debe aplicar este mismo concepto en todas las etapas de CVP para mantener un índice bajo en la huella ecológica.

 

Los hábitos de consumo deben ser responsables, ya que es exponencial, a mayor consumo mayor residuo, es poco sostenible el esquema planteado en la sociedad y es muy complejo sustituirlo por un sistema mas consciente. Herramientas como la huella de carbono permiten identificar zonas donde hay un alto el porcentaje de residuos y posiblemente hay una gran oportunidad de diseño que no es muy visible en el mercado. Si son observados estos problemas con una vista oportuna, se generan otro tipo de competencias (limpias) y se fomenta el actuar de manera responsable en la naturaleza.

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